sábado, 26 de agosto de 2023

Módulo 6.3 - La enunciación
















La enunciación es el conjunto de condiciones de producción de un mensaje: quién lo emite, para quién, cuándo, dónde, etc.; en otras palabras, es la totalidad de la situación lingüística y extra lingüística en la que se produce en enunciado (que puede ir desde una simple interjección, hasta una exposición), que permiten su interpretación. 

Algunos elementos de carácter lingüístico que intervienen en la enunciación son:
- El vocabulario (precario o nutrido).
- La intención del discurso (expositivo, persuasivo, etc.).
- El tono de voz del hablante (alto, medio o bajo).

Algunos elementos de carácter extra lingüístico que intervienen en la enunciación son: 
- El uso de recursos gráficos (acompañamiento visual para reforzar el mensaje).
- La contaminación sonora (barrera acústica).
- El contexto (acústica del espacio, temperatura ambiental).

Finalmente, veamos en estas imágenes algunas diferencias entre los procesos de enunciación, expresión, oratoria y comunicación.


Módulo 6.2 - La oratoria
















La oratoria es el arte de hablar con elocuencia.

La oratoria, está presente en cada contexto en el que nos expresamos verbalmente, por lo cual involucra una cantidad de técnicas y reglas que apuntan a una asertiva comunicación ante nuestra audiencia.

Tales reglas tienen que ver no sólo con la pronunciación, el volumen de la voz, la postura y la gestualidad, sino también con el tipo de discurso a desarrollar, la estructura específica del mismo, y, por supuesto, el tipo de público al que va dirigido.

La finalidad de la oratoria es transmitir de forma segura y desenvuelta, un mensaje particular, apoyada en el poder de convencimiento de la palabra.
Algunos ejercicios para mejorar la oratoria son los siguientes:

a) Respiración consciente.
Tres (3) veces al día, repite el siguiente ejercicio: siéntate con la espalda recta, pecho arriba y los hombros relajados hacia atrás; saca todo el aire de tus pulmones, y, después, inhala lentamente durante cinco (5) segundos asegurándote que tus pulmones se llenan completamente; mantén el aire durante cinco (5) segundos; finalmente exhala durante cinco (5) segundos. Repite durante cinco (5) minutos. 
Este ejercicio es útil para aprender a administrar el aire durante una exposición oral, especialmente si es prolongada. 

b) Vocalización.
Vocalizar es convertir en sonido el flujo de aire que sale de los pulmones. El ejercicio consiste en inhalar aire sin llenar los pulmones a tope. Luego, a medida que sucede la exhalación, se pronuncia de manera sostenida las vocales en el siguiente orden: O, U, A, E, I.   
Se sugiere emplear el tono natural de la voz, y después, probar con otros. No debe haber tensión en la garganta. Este ejercicio se puede realizar una (1) vez al día, y sirve para desarrollar un timbre de voz más ameno, proyectar la voz, y hablar sin sentir fatiga durante una presentación oral.

c) Practica trabalenguas.
El trabalenguas añade al problema de precisión de los fonemas, la dificultad de la combinación de los mismos. Se trata de combinaciones poco frecuentes, o de agrupamientos difíciles por exigir un rápido cambio de posición de los resonadores. Este ejercicio permite desarrollar la agilidad para pronunciar claramente las palabras, y evitar los titubeos. Prueba trabalenguas con diferentes consonantes, y repítelos de cinco (5) a diez (10) veces al día, intentando incrementar progresivamente la velocidad sin descuidar la pronunciación.

d) Improvisación.
Este ejercicio sirve para desarrollar la agilidad mental que se necesita para hablar con elocuencia. Consiste en elegir un tema que domines, y hacer un esquema con posibles puntos a desarrollar. Luego, coloca el esquema frente a un espejo e imagina que estás frente a una audiencia. Desarrolla el discurso con sólo leer las palabras claves que aparecen en el esquema, tratando de ganar coherencia, pertinencia y suficiencia. Este ejercicio sirve además para ganar confianza en sí mismo a la hora de hablar, disminuyendo así el miedo escénico.

e) Grábate y escúchate.
Con la ayuda de una grabadora de voz o una videocámara, practica el discurso, y, luego, pon atención al registro. Esto ayudará a mejorar el contenido y la manera de presentar el tema, además, te permitirá conocer mejor como suena tu voz y familiarizarte con ella para mejorar la pronunciación y entonación, de modo que puedas explotar su expresividad. 
Este ejercicio es útil cuando se tiene una presentación oral importante. 

Módulo 6.1 - La comunicación oral


La comunicación oral es, y ha sido siempre, de gran importancia para los individuos. La permanencia de esta forma de comunicación por sobre otras, demuestra que es entonces una de las capacidades del hombre más importantes y útiles para la convivencia en sociedad.

A fin de promover su empleo consciente y adecuado, sugerimos las siguientes normas: 
- Pronuncia correctamente.
- Cuida el ritmo de la frase; maneja la respiración.
- Adecua la entonación al contenido del mensaje (duda, sorpresa, etc.).
- Usa un vocabulario preciso y variado, sin vulgaridades.
- Emplea un tono de voz acorde al contexto.
- Evita el uso de muletillas.
- Cuida el lenguaje corporal.
- Haz contacto visual.

Cuando hablamos, articulamos y pronunciamos.
La articulación es la producción física de los sonidos particulares del habla mediante el empleo de los labios, la lengua, los dientes, el paladar blando y los músculos de la cara
La manera en como los sonidos son formados tiene como resultado la claridad o incomprensibilidad del mensaje. No existe una articulación correcta; todos los procesos de articulación son particulares en tanto tienen que ver con la parte física del individuo.


La pronunciación es la norma sonora con la que una determinada sílaba, palabra o frase, se distingue dentro de un idioma.
La pronunciación está supeditada a la articulación, es decir, de acuerdo a las capacidades físicas de la persona, su pronunciación se aproximará o distará de lo que ha sido normado como correcto. Una persona con frenillo o labio leporino, por ejemplo, podría no pronunciar correctamente algunas palabras, pero eso no quiere decir que no esté articulando, pues la sola producción de los sonidos ya demanda este proceso. Cuando la articulación produce una correcta pronunciación, decimos que la persona tiene buena dicción.

Módulo 5.2 - Ampliación de textos









El esquema, el bosquejo y el resumen también pueden funcionar a la inversa, es decir, en vez de ser empleados para reducir textos, se utilizan como recursos para plasmar las primeras ideas o nociones de un texto a desarrollar. El esquema muestra un panorama general del escrito; el bosquejo construye un índice preliminar con títulos y subtítulos; el resumen muestra lo medular de cada apartado, que luego tomará cuerpo.